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En
nombre de los colegas m�dicos del Hospital Pi�ero, en nombre de los colegas
y amigos de la Sociedad de Medicina Interna de Buenos Aires, por pedido
expreso del Prof. Dr. El�as Hurtado Hoyo, presidente de la Asociaci�n
M�dica Argentina y con la aprobaci�n de su familia, voy a decir unas breves
palabras para despedir al Prof. Dr. Juli�n Pisarevsky.
Si tuvi�semos que resumir en una apretada s�ntesis toda su trayectoria,
deber�amos decir que Juli�n se cre� a si mismo, se fij� un proyecto y hasta
el �ltimo d�a, trabaj� arduamente para concretarlo y vaya si lo logr�.
Sus primeros pasos nos llevan al querido Hospital Rawson, segundo hogar de
grandes m�dicos argentinos, pasando sucesivamente en una escalera
ascendente dentro de la asistencia p�blica hospitalaria, por el Hospital
Salaberry, el Hospital Fern�ndez donde se desempe�a como Jefe de Unidad y
de all�, llega al Hospital Pi�ero donde se desempe�a desde hace 16 a�os
como Jefe de Divisi�n del Departamento de Medicina Interna.
Como docente, su carrera no es menos mete�rica, llegando a ser Profesor
Titular de 3 universidades. Profesor Titular por concurso y actualmente
Profesor Consulto en Medicina Interna de la Universidad de Buenos Aires,
Profesor Titular de Medicina Interna de la Universidad Favaloro y Profesor
Titular de Medicina en la Universidad Austral.
Adem�s se desempe�aba dentro del �mbito de su hospital como Director de la
Carrera Universitaria de Especialistas en Medicina Interna dependiente de
la Universidad de Buenos Aires.
Su carrera societaria nuevamente es impresionante. Ingresa a la Sociedad de
Medicina Interna de Buenos Aires de la mano del Prof. Dr. Carlos Reussi,
que sol�a llamar a la SMIBA la hija dilecta de la Asociaci�n M�dica
Argentina. Aqu� ocup� todos los cargos, desde el de vocal, hasta ocupar dos
veces la Presidencia del Comit� Ejecutivo, siendo uno de los pocos, en
llevar tan alta responsabilidad.
En SMIBA era adem�s Secretario de la Escuela de Postgrado de Medicina
Interna y formaba parte del Board de Recertificaci�n profesional en nuestra
especialidad, dependiente del CRAMA.
En la Asociaci�n M�dica Argentina era Director de su Revista Cient�fica.
Quiz�s su �ltimo gran logro dentro de nuestra Sociedad fue su permanente
lucha para lograr la sede en Buenos Aires, Argentina, para el Congreso
Mundial de Medicina Interna en el 2008, por lo que viaj� primero a M�jico y
luego a Jap�n, siendo uno de los responsables directos de haber alcanzado
el objetivo, por segunda vez en la historia de la Medicina Interna
Argentina, de lograr un Congreso Mundial de nuestra especialidad, cita
acad�mica que lo iba a tener como Vicepresidente 1ero.
En cuanto a sus publicaciones y contribuciones cient�ficas, es autor y co
autor de numerosos trabajos, algunos de los cuales merecieron premios de
diversas Sociedades Cient�ficas. Es co autor adem�s del libro Evidencias en
Medicina Interna, editado por la Fundaci�n Reussi, fundaci�n de la que
Juli�n era adem�s activo colaborador.
Pero por sobre todo este impresionante curriculum, quiero destacar dos
puntos claves para conocer y recordar a nuestro amigo: Primero que �l
disfrutaba enormemente de lo que hac�a, de lo que hab�a logrado gracias a
su lucha limpia y constante. En este sentido Juli�n debe ser considerado un
ejemplo para los m�s j�venes y aun para los que llevamos el peso del tiempo
sobre nuestros hombros, de c�mo se puede llegar a ser un grande dando
jerarqu�a a las batallas peque�as de todos los d�as. Y el segundo punto a
destacar es que este impresionante camino, sembrado con su esfuerzo, le
brind� adem�s de t�tulos, responsabilidades y honores, una enorme cosecha
de amigos y condisc�pulos. Sinceramente no conozco enemigos de Juli�n. De
hecho tampoco lo o� hablar mal de nadie.
Juli�n, los que hoy estamos cerca tuyo desde nuestras diferentes visiones,
hijos, mujer, disc�pulos, colegas y amigos, nos sentimos unidos en un
profundo sentimiento de orgullo por haber podido acompa�arte en tu tarea de
haber sido un excelente padre, un afectuoso marido, un gran m�dico y un
m�dico bueno, cualidades que no siempre van de la mano, un maestro
ejemplar, un distinguido colega y un amigo incondicional. Por todo esto y
mucho que se me escapa, merecido es tu descanso y merecido es el consuelo y
el orgullo para tu familia". |