DISFUNCIÓN ENDOTELIAL: IMPACTO EN LA
ENFERMEDAD ARTERIAL CORONARIA

   
Mecanismos de la Regulación Vascular y Formación de las Lesiones Intimas: Rol del Oxido Nítrico

Los vasodilatadores endógenos tales como el NO y los péptidos natriuréticos parecen tener influencia controvertida en la angiotensina II como determinantes de la arquitectura vascular. Los vasodilatadores generalmente inhiben el crecimiento de las células musculares vasculares en modelos in vitro21.22. Estudios recientes sugieren que los vasodilatadores pueden también promover el decrecimiento en la celularidad del músculo vascular por inducción de la apoptosis. Similarmente, experimentos llevados a cabo en animales intactos, han documentado que la generación local de NO inhibe la formación de la lesión vascular después de la injuria vascular. Es más, bajo ciertas circunstancias, el NO puede alterar la composición de la matriz modulando la actividad de metaloproteinasas que degradan las proteínas de la matriz. Por lo tanto, el NO parece inhibir los incrementos en la celularidad del músculo vascular y la expansión de la matriz extracelular asociada con la remodelación vascular por hipertensión y por la formación de lesiones ateroscleróticas.

El proceso de remodelación vascular es particularmente importante como un determinante del tamaño del lumen. Uno de los mejores ejemplos de la plasticidad de la vasculatura es evidente a través de la respuesta de remodelación estimulada por el flujo inducida por el shunt arteriovenoso. Los factores que inducen el agrandamiento de las dimensiones del lumen bajo estas circunstancias no han sido caracterizados.

A pesar de que hay diferentes etiologías potenciales de la disminución de la bioactividad del NO, muchas líneas de evidencia sugieren que el catabolismo aumentado del NO puede ser el principal factor en promover la disfunción endotelial. Es importante enfatizar que el NO por sí mismo es un radical libre, una especie nitrogenada altamente reactiva. Consecuentemente, la función biológica de este factor vasoactivo, está determinada en gran medida por el estado redox del tejido. Un incremento en el stress oxidativo mitigará la bioactividad vasodilatadora del NO. Un rol potencial del estado redox como determinante de la homeostasis vascular está demostrado en estudios con modelos animales en los cuales la administración de antioxidantes tales como las superóxido-dismutasa indujeron una disminución de la presión sanguínea. Este efecto antihipertensivo esta mediado en parte por la bioactividad favorecida del NO.

Crean la capacidad de la angiotensina II para modelar el crecimiento celular así como la muerte celular programada, la migración, y la modificación de la matriz; el bloqueo de la generación de la angiotensina II puede tener efectos profundos en la estructura vascular y ventricular y en su función. La enzima convertidora de angiotensina también funciona como una quinasa responsable de la degradación de bradiquinina. Algunas de las evidencias de más peso del rol fisiológico del sistema kalikreína-quinina en la homeostasis cardiovascular han sido provistas por los resultados en los modelos animales de ingeniería genética.

La enzima convertidora de angiotensina está estratégicamente posicionada para influir la actividad de por lo menos tres sistemas vasoactivos locales: la angiotensina II, bradiquinina, y NO. Acorde a esto, los efectos variados del bloqueo de la enzima convertidora de angiotensina (ACE) en la función y en la estructura cardiovascular pueden estar mediados en parte por algunos o varios de estos factores. Para confirmar que el grado de enfermedad vascular está caracterizado por un disbalance entre el aumento relativo en la generación de angiotensina II y el déficit relativo de la bioactividad del NO, está postulado que la inhibición ACE puede restaurar efectivamente el balance homeostático apropiado entre estos sistemas vasoactivos.

Estudios experimentales sugieren que las alteraciones en la estructura microvascular dentro de los riñones son importantes en el desarrollo de la disfunción renal y en la eventual falla del órgano en los pacientes hipertensos, y que la angiotensina II puede tener un rol patogénico importante en la progresión de esta forma de enfermedad renovascular. Estudios clínicos han confirmado que los inhibidores de la ACE tienen una eficacia particular en modificar la historia natural de las enfermedades renovasculares tales como la diabetes insulinodependiente23, diabetes no insulinodependiente y varias etiologías del daño glomerular24. Los inhibidores de la enzima convertidora de la angiotensina son los vasodilatadores de elección en alterar la historia natural de la falla cardíaca congestiva debido a su influencia en la remodelación ventricular25. En varios ensayos clínicos en pacientes con disfunción ventricular izquierda, la inhibición de la ACE redujo la incidencia de infarto de miocardio recurrente, indicando que los inhibidores de la ACE pueden alterar la historia natural de la enfermedad arterial coronaria, posiblemente vía efecto directo sobre la función y la estructura vascular coronaria.

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