Laboratorio |
valor |
Hematocrito |
27% |
Hemoglobina |
7.4 g/dl |
Eritrosedimentaci�n 1�
hora |
14 mm |
Eritrosedimentaci�n 2�
hora |
25 mm |
Presentaci�n del caso
Paciente mujer de 27 a�os de edad, oriunda de Bolivia que ingresa por
presentar tos con expectoraci�n hemoptoica, disnea clase funcional II-III,
edemas en miembros inferiores de 4/6, astenia, adinamia, epigastralgia, y
aumento del di�metro abdominal. Los s�ntomas fueron in crescendo en los
15 d�as siguientes.
Al examen f�sico: presi�n arterial en miembro superior izquierdo: 90/60
mmHg, en miembro superior derecho irregistrable, crepitantes en base de
hemit�rax derecho e hipoventilaci�n en hemit�rax izquierdo. Ingurgitaci�n
yugular de 2/3 sin colapso inspiratorio y reflujo hepatoyugular positivo.
No se palpa pulso radial ni humeral en miembro superior derecho, pulso
radial parvus en miembro superior izquierdo. En miembros inferiores
pulsos sim�tricos y amplios, presi�n arterial en miembros inferiores
220/120 mmHg. Se ausculta soplo holosist�lico de intensidad 2/6 con
m�xima auscultaci�n en foco a�rtico, soplo en ambas car�tidas a
predominio derecho de intensidad 4/6.
Datos de laboratorio (Tabla 1)
La Rx. de t�rax muestra infiltrado intersticial alveolar en base derecha
con redistribuci�n de flujo (Gr�fico 1).
El ecocardiograma aport� los siguientes datos (Tabla 2):
Dilataci�n de cavidades izquierdas con hipo-quinesia global y severa
depresi�n de la funci�n sist�lica, distancia mitro-septal superior 1.9.
No se visualiza trombos.
Gr�fico 1

Fracci�n de acortamiento
20%. Dilataci�n moderada de aur�cula izquierda. Dilataci�n de cavidades
derechas con insuficiencia a�rtica moderada, insuficiencia mitral leve,
insuficiencia tricusp�dea, con velocidad pico 3.8, gradiente medio 57
mmHg, Presi�n de Arteria pulmonar 67/79. Derrame peric�rdico leve.
De acuerdo a la sintomatolog�a , al examen f�sico y los estudios
realizados hasta el momento, se interpreta como una insuficiencia
card�aca conges-tiva descompensada, comenzando tratamiento con diltiazem
180 mg por d�a, enalapril 2.5 mg por d�a y digoxina 0.25 mg d�a.
Se solicita ecodoppler que informa ( Tabla 3):
Sistema carot�deo presenta engrosamiento parietal con reducci�n de la luz
en ambas car�tidas internas a predominio del lado derecho.
Estenosis significativa > 75% car�tida interna derecha. Vertebrales
permeables con flujo ante-r�grado. Sistema arterial de miembros
inferiores de
baja velocidad y morfolog�a espectral monof�sica.
No se constata flujo subclavio izquierdo. Impresi�n diagn�stica: "Vasculitis-Arteritis
de Takayasu".
Por tal motivo se realiz� para la confirmaci�n diagn�stica arteriograf�a
de vasos de cuello, coronarias y miembros inferiores que inform�:
Afinamiento difuso de car�tida com�n, interna derecha con lesi�n del 80%
en la porci�n proximal de la car�tida interna.
Lesi�n del 50% en origen de la vertebral derecha. La car�tida externa
nace de la vertebral derecha (Gr�ficos 2-3 ).
Lesi�n severa en origen de mamaria derecha. Afinamiento difuso severo de
la arteria subcla- via derecha, alargada que recupera calibre a nivel de
la humeral derecha.
Lesi�n severa mamaria izquierda que se ocluye a poco de su origen.
Afinamiento difuso de la arteria subclavia izquierda con recuperaci�n
parcial del calibre a nivel humeral ( Gr�fico 4 ).
Arteria vertebral izquierda dominante.
Lesiones no significativas en car�tida com�n e interna izquierda.
Grafico 2

Grafico 3

Tabla 2-Ecocardiograma
|
Valor |
Di�metro
diast�lico ventr�culo izquierdo |
64 |
Aur�cula
izquierda |
5 |
Septum
interventricular |
0.9 |
Di�metro
sist�lico |
51 |
Aorta |
29 |
Pared
posterior |
0.7 |
Tabla 3-Ecodoppler
Lado derecho |
Lado izquierdo |
Car�tida com�n |
0.64 |
Car�tida com�n |
1.36 |
Car�tida interna |
2.20 /
0.53 m/seg |
Car�tida interna |
1.63
/0.38 m/seg |
Arteria vertebral |
0.27 |
Arteria vertebral |
0.63 |
Arteria subclavia |
0.40 |
Arteria subclavia |
ocluida |
Arteria humeral |
0.42 |
Arteria humeral |
0.63 |
Grafico 4

Arterias
coronarias sin lesiones.
Con diagn�stico de arteritis de Takayasu se agrega al tratamiento
prednisona 50 mg por d�a y ciclofosfamida 150 mg por semana.
Luego de 15 d�as de tratamiento se realiza nuevo estudio doppler que
refleja la mejor�a de flujo a nivel subclavio izquierdo (Tabla 4).
Ecocardiograma: Miocardiopat�a dilatada con severa restricci�n de la
movilidad parietal. No se observan trombos. Dilataci�n biauricular. Leve
derrame peric�rdico.
Se observan marcados cambios en la radiograf�a de t�rax que ponen de
manifiesto la mejor�a luego de iniciado tratamiento ( Gr�fico 5).
Discusi�n
La enfermedad de Takayasu es una arteritis granulomatosa, de etiolog�a
desconocida, que afecta la aorta y sus grandes ramas, provocando
generalmente claudicaci�n de miembros y enfer-medad org�nica por
estrechamiento vascular o trombosis1,2,3, debido a la fibroproliferaci�n
de la �ntima de la aorta, grandes vasos, arterias pulmo-nares, y arterias
renales provocando estenosis segmentaria, oclusi�n, dilataci�n, y
formaci�n de aneurismas.
La causa de la enfermedad es desconocida. Los hallazgos histol�gicos de
infiltrados celulares inflamatorios y necrosis sugieren fuertemente que
la inmunidad celular juega un rol importante en la secuencia patog�nica
de las lesiones13.
En la arteritis de Takayasu los infiltrados infla-matorios tienden a
localizarse en la adventicia y en la media, comprometiendo los vasa
vasorum14.
El infiltrado celular consiste principalmente en linfocitos T, c�lulas
killer (NK), macr�fagos, linfocitos T citot�xicos, y c�lulas T helper.
Se ha postulado que las c�lulas mencionadas especialmente las c�lulas
killer (NK) pueden reconocer una prote�na sobre el tejido a�rtico e
inducir injuria vascular por liberaci�n de un factor citol�tico 15.
Grafico 5

Tabla 4 Doppler Carot�deo
Lado derecho |
Lado izquierdo |
Car�tida com�n |
0.42 /
0.13 m/seg |
Car�tida com�n |
0.79 /
0.22 m/seg |
Car�tida interna |
3.19 /
0.83 m/seg |
Car�tida interna |
1.84 /
0.35 m/seg |
vertebral |
0.55 m/seg |
vertebral |
0.72 m/seg |
Ostium ventr�culo
derecho |
1.45 |
|
|
Arteria subclavia |
0.46 m/seg |
Arteria subclavia |
0.46 m/seg |
Arteria humeral |
0.27 m/seg |
|
|
Tambi�n se han observado
elevaciones en suero de IL-6 en pacientes con arteritis de Takayasu
durante la fase activa. Esto puede ser tomado como evidencia indirecta de
la activaci�n mononuclear perif�rica que contribuye a la expresi�n
completa del proceso inflamatorio16.
En un estudio de 19 pacientes se encontraron anticuerpos
antioendoteliales en 18, con t�tulos aumentados en 20 veces su valor
normal; los pacientes no ten�an autoanticuerpos asociados con otras
formas de injuria vascular como antinucleares, anticitoplasma de
neutr�filo, antiDNA o anticuerpos antifosfolip�dicos.
Estudios gen�ticos han reportado una alta frecuencia de HLA-A24 B52 DR2
en pacientes de Jap�n con Arteritis de Takayasu. Dos recientes estudios
han mostrado diferentes asociaciones de HLA en americanos y asi�ticos con
HLA-DRB1*1602 y DRB1*1001-10, y HLA-B*3906, el cual ha sido descripto con
mayor frecuencia en pacientes mexicanos con Arteritis de Takayasu11.
Un estudio m�s detallado de las secuencias de DNA de los alelos HLA-B en
pacientes mexicanos mostr� que la mayor�a de los alelos detectados en
pacientes mexicanos mostraron dos ep�topes descriptos en alelos
susceptibles en las poblaciones asi�ticas, sugiriendo que estos ep�topes
podr�an ser los responsables para la susceptibilidad en el desarrollo de
la enfermedad a pesar del alelo en el cual fueron encontrados12.
Es m�s frecuente en el sexo femenino en una proporci�n de 8 a 1, y en un
90% de los casos en menores de 30 a�os.
En una reciente revisi�n de Mishima8 que incluye datos del reciente
Research Comitee on Systemic Vascular Disorders sugieren que se ha
mejorado la sobrevida a 10 a�os de 68% en 1972 a 83% en 1998 y que el
factor m�s importante que afecta el pron�stico de estos pacientes es la
coexistencia de hipertensi�n. La sobrevida en 10 a�os de pacientes sin
hipertensi�n es 15% mejor que en aquellos con hipertensi�n. La sobrevida
empeora en pacientes donde la hipertensi�n ha sido causada por
regurgitaci�n a�rtica.
La arteritis de Takayasu es variable en su presentaci�n y en su curso
cl�nico; puede ser fulminante, puede progresar gradualmente con per�odos
de inactividad seguidos de reca�das o puede estabilizarse.
Habitualmente se la divide en dos estadios:
1- inflamatorio, sist�mico, o temprano y 2- fibroso1,2,3, oclusivo o
tard�o, aunque pueden presentarse con signos de ambos per�odos.
En algunas publicaciones la presencia de s�ntomas al principio de la
enfermedad fue reportada s�lo en un 20 por ciento de los casos 2. Los
pacientes pueden presentar signos inespec�ficos o s�ntomas como fiebre,
artralgias y p�rdida de peso. La cefalea fue el s�ntoma prominente en el
42 % de los casos.
La fase inflamatoria puede cursar con taquicardia, dolor de las arterias
comprometidas (carotodinia) y fatigabilidad en el 50% de los casos,
coincidiendo con una eritrosedimentaci�n elevada.
La fase sist�mica es seguida por la oclusiva donde los pacientes
presentan s�ntomas causados por el estrechamiento arterial. Caracterizan
esta fase dolores en miembros que ocurren durante actividades repetitivas
(claudicaci�n), mareos, cefaleas y trastornos visuales. La presencia de
soplos carot�deos y claviculares, asimetr�a en la toma de la presi�n
arterial, o claudicaci�n est�n presentes en este estadio, y junto a la
disminuci�n o ausencia de pulsos en las extremidades superiores ayudan a
sugerir el diagn�stico. En este per�odo pueden observarse las lesiones
caracter�sticas en el fondo de ojo.
Se dice que entre 5 a 20 a�os es el intervalo que puede separar el
estadio inflamatorio del oclusivo.
S�ntomas neurol�gicos est�n presentes en el 80% de los pacientes con
afecci�n del tronco braquiocef�lico, tales como cefalea, trastornos
visuales, ataque isqu�mico transitorio, infarto cerebral, hemorragia
intracerebral, cuadros sincopales, convulsiones y demencia19,20,21.
Otros s�ntomas: artralgias o mialgias se describen en la mitad de los
casos. Las sinovitis son menos frecuentes. Los s�ntomas articulares
pueden ser transitorios o continuos durante varios meses. Estos s�ntomas
pueden confundirse con una artritis reumatoidea juvenil.
Pueden hallarse lesiones en piel similares a un eritema nodoso o pioderma
gangrenoso en miembros inferiores. Estas lesiones muestran vasculitis de
peque�os vasos en la biopsia.
Dolor abdominal, diarrea y hemorragia intestinal pueden aparecer como
resultado de la isquemia de la arteria mesent�rica.
Se describen cuatro tipos en la fase tard�a de acuerdo al sitio
comprometido (Clasificaci�n radiogr�fica)
Tipo I- (Enfermedad sin pulso) compromete al tronco braquiocef�lico,
arterias car�tidas y subclavias
Tipo II- (Tipo mixto) Combinaci�n del tipo I y III
Tipo III- (Tipo coartaci�n at�pica) Estenosis de la aorta descendente y
abdominal
Tipo IV- (Tipo dilatada). Aneurismas de los vasos
El tipo m�s com�n es el tipo III, presente en el 65% de los pacientes.
La arteria subclavia es el vaso comprometido con mayor frecuencia en un
90 por ciento de los casos1,2.
Aproximadamente en las dos terceras partes compromete la aorta por encima
o debajo del diafragma.
El compromiso de la car�tida com�n es visto en la mitad de los casos, con
mayor frecuencia del lado izquierdo1,2. Con menos frecuencia la arteria
axilar, vertebral, coronaria e il�acas se ven comprometidas. La forma
esten�tica es m�s com�n que la oclusiva, y �sta a su vez que los
aneurismas.
Sin embargo, un estudio en Jap�n demostr� por tomograf�a computarizada
dentro de los seis meses de diagnosticada la enfermedad aneurismas
a�rticos en 14 (45,2%) de 31 pacientes. De �stos 3 no estaban presentes
en el primer estudio apareciendo durante su evoluci�n y 9 aumentaron su
tama�o durante el seguimiento, incluyendo tres rupturas 9.
Las arterias pulmonares se comprometen hasta en un 50% de los casos, sin
embargo, s�ntomas rela-cionados con arteritis de la arteria pulmonar son
menos frecuentes; �stos incluyen disnea, hemoptisis e hipertensi�n
pulmonar.
El diagn�stico temprano de la enfermedad es muy dif�cil de realizar ya
que va acompa�ado de s�ntomas inespec�ficos. Anemia normoc�tica
normocr�mica es muy frecuente de ver.
La presencia de reactantes de fase aguda como eritrosedimentaci�n
acelerada, prote�na C reactiva, hipoalbuminemia y alfa 2-globulina son
expresi�n del proceso inflamatorio y generalmente expresan el grado de
actividad de la enfermedad.
En 1988, Ishikawa desarroll� los criterios diagn�sticos para esta
enfermedad: (Tabla 5)
De los criterios descritos por Ishikawa, dos mayores, un mayor y dos
menores, o cuatro menores son necesarios parar el diagn�stico. La
sensibilidad diagn�stica de estos criterios es del 84%.
De los criterios del ACR, se requieren tres para el diagn�stico, con una
sensibilidad de 90.5%7.
Como diagn�sticos diferenciales deben considerarse:
-Aterosclerosis: generalmente en personas mayores de 40 a�os y m�s com�n
en hombres que en mujeres. Tiene mayor predilecci�n por el origen de los
vasos y sus bifurcaciones en el cuello.
-Displasia fibromuscular: habitualmente no afecta la aorta y es rara en
al arteria subclavia.
-Aortitis sifil�tica: esta enfermedad causa calci-ficaci�n en la aorta
ascendente.
-Neurofibromatosis Tipo I, S�ndrome William, rub�ola y terapia radiante
pueden causar un leve s�ndrome a�rtico y simular una enfermedad de
Takayasu en esta regi�n.
-Arteritis de la temporal: la arteritis de Takayasu y la arteritis de la
temporal son dos entidades claramente distinguibles por sus datos epide-miol�gicos
(Tabla 6).
Aproximadamente el 90 por ciento de los pacientes con arteritis de
Takayasu tienen menos de 40 a�os, en contraste con aquellos que padecen
arteritis de la temporal, que tienden a ser mayores de 50 a�os.
La arteritis de Takayasu es m�s com�n en asi�ticos m�s que en otros
grupos raciales, mientras que la arteritis de la temporal afecta con
mayor frecuencia
Tabla
5-Criterios diagn�sticos
Rugby et
al. NEJM 347(25): 2057, Dec 2002
|
Criterios de
Ishikawa |
Criterios del
American College of Rheumatology |
Edad |
<40 a�os (obligatorio) |
<40 a�os |
Criterios mayores |
Lesi�n porci�n media
subclavia |
Claudicaci�n en
miembros, disminuci�n del pulso braquial |
Criterios menores |
Eritrosedimentaci�n
acelerada, hipertensi�n arterial, pulso carot�deo d�bil |
Asimetr�a de la presi�n
braquial, subclavia, o soplo a�rtico |
Lesiones arteriales |
Lesiones de la aorta,
tronco braquiocef�lico, car�tida com�n, o arteria pulmonar |
Estrechamientos de
grandes arterias |
Tabla 6- Diagn�sticos
diferenciales con arteritis de la temporal
|
Arteritis de
Takayasu |
Arteritis de la
temporal |
Edad |
<40 a�os |
>50 a�os |
Predominio sexo
femenino/masculino |
10:1 |
Aproximadamente 3:1 |
Incidencia en los
EE. UU. |
2.6
casos/por106personas |
18 casos por 105
personas |
S�ntomas sist�micos |
En <30% de los casos |
Comunes |
Compromiso de la aorta
y grandes ramas |
93-100% de los casos |
10 a 15% de los casos |
a europeos del norte y su
frecuencia disminuye a medida que se acerca al Ecuador.
La arteritis de la temporal compromete con mayor frecuencia la arteria
axilar y la subclavia en su parte distal, con preservaci�n de los grandes
vasos cervicales7.
La importancia en diferenciar ambos cuadros radica en el pron�stico del
paciente. En la mayor�a de los casos la arteritis de la temporal tiende a
la remisi�n entre seis meses a dos a�os.
En la arteritis de Takayasu no es com�n la remisi�n a pesar del
tratamiento esteroideo, lo que conlleva al tratamiento con otros agentes
como metotrexate, azatioprina y mofetil micofenolato.
Hist�ricamente, la angiograf�a ha sido el estudio standar para el
diagn�stico y el estudio de la evoluci�n de la enfermedad.
En los �ltimos a�os la angiotomograf�a y la angioresonancia se han
convertido en herramientas de mayor valor debido al gran campo visual, la
naturaleza no invasiva, y la gran resoluci�n que permiten aumentar su
valor diagn�stico, permitiendo distinguir las formas activas de las
quiescentes 6.
Una vez hecho el diagn�stico, es importante determinar el grado de
actividad de la enfermedad para decidir el tipo de tratamiento a aplicar.
Si bien hay una serie de criterios para determinar el grado de actividad
varios estudios han reconocido que pacientes que se pensaban en remisi�n
en el momento de la cirug�a ten�an evidencias de inflamaci�n activa o
cr�nica en el examen histopatol�gico2,17,18.
Tambi�n los estudios angiogr�ficos pueden revelar la actividad como lo
mencionamos anteriormente, encontr�ndose nuevas lesiones en el 61 por
ciento de pacientes, que se encontraban en un per�odo de remisi�n
prolongada de acuerdo a los criterios cl�nicos. En la misma serie de
pacientes, la eritrosedimentaci�n estaba elevada en el 72 por ciento de
los casos con enfermedad activa y en 56 por ciento de los pacientes en
remisi�n2 .
Una terapia temprana con corticoesteroides puede mejorar los hallazgos
cl�nicos y ayudar en el proceso inflamatorio. Para ello la prednisona es
efectiva en el control de los s�ntomas de la enfermedad y en controlar y
disminuir la progresi�n del proceso activo entre un 60 a un 75 por ciento
de los pacientes, siendo el gluco-corticoide utilizado como primera l�nea
de tratamiento.
Sin embargo muchos pacientes requieren de grandes dosis de mantenimiento
con riesgo de llegar a los efectos t�xicos de los esteroides.
Otras medicaciones que pueden ser utilizadas como alternativa y terapia
adyuvante incluyen la ciclofosfamida y metotrexate; un 52 por ciento de
los pacientes requieren de la adici�n de una droga inmunosupresora, pero
s�lo la tercera parte de ellos tiene una respuesta positiva.
En los casos en que no responda a este tratamiento o presente los efectos
secundarios que indiquen su suspensi�n se encuentra en prueba el mofetil
micofenolato.
Cerca de un 10 a un 15 por ciento de los pacientes se presenta con
s�ntomas inespec�ficos, con fibrosis, enfermedad esten�tica con cifras de
eritrosedimentaci�n bajas, y sin marcadores inflamatorios, llevando a la
conclusi�n de que la fase inflamatoria es subcl�nica. En este punto el
tratamiento de la insuficiencia arterial por angioplastia, Stent o
cirug�a es m�s �til que el tratamiento con drogas.
Conclusi�n:
Presentamos el caso de un paciente de sexo femenino, con epidemiolog�a
positiva para Chagas, que ingresa por presentar signos y s�ntomas de
insuficiencia card�aca descompen-sada.
La paciente re�ne los criterios para arteritis de Takayasu por :
Edad menor de 40 a�os
Disminuci�n de pulso braquial
Asimetr�a de la presi�n arterial a nivel de miembros superiores Oclusi�n
subclavia izquierda
Eritrosedimentaci�n acelerada
Hipertensi�n arterial a predominio de miembros inferiores
Regurgitaci�n a�rtica
A los quince d�as de comenzar el tratamiento esteroideo e inmunosupresor
se objetivaron me-jor�as no s�lo a trav�s de los estudios realizados que
se reflejaron en la presencia de flujo a trav�s de la arteria subclavia
izquierda y la palpaci�n de pulso radial, sino de su
signo-sintomatolog�a, mejor�a que persiste luego de seis meses de
tratamiento, permiti�ndole mantener un ritmo de vida aceptable.
Luego de los estudios realizados se concluye en que se trata de una
Arteritis de Takayasu en estadio tard�o.
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