Revista de la Sociedad de Medicina Interna
          de Buenos Aires

             Profesor Dr. Juli�n Pisarevsky
               (Falleci� el 24 de Agosto de 2004)

                        Palabras del Dr. Jorge Mercado en el responso que se
                         ofreciera en el cementerio Jard�n de Paz.

En nombre de los colegas m�dicos del Hospital Pi�ero, en nombre de los colegas y amigos de la Sociedad de Medicina Interna de Buenos Aires, por pedido expreso del Prof. Dr. El�as Hurtado Hoyo, presidente de la Asociaci�n M�dica Argentina y con la aprobaci�n de su familia, voy a decir unas breves palabras para despedir al Prof. Dr. Juli�n Pisarevsky.
Si tuvi�semos que resumir en una apretada s�ntesis toda su trayectoria, deber�amos decir que Juli�n se cre� a si mismo, se fij� un proyecto y hasta el �ltimo d�a, trabaj� arduamente para concretarlo y vaya si lo logr�.
Sus primeros pasos nos llevan al querido Hospital Rawson, segundo hogar de grandes m�dicos argentinos, pasando sucesivamente en una escalera ascendente dentro de la asistencia p�blica hospitalaria, por el Hospital Salaberry, el Hospital Fern�ndez donde se desempe�a como Jefe de Unidad y de all�, llega al Hospital Pi�ero donde se desempe�a desde hace 16 a�os como Jefe de Divisi�n del Departamento de Medicina Interna.
Como docente, su carrera no es menos mete�rica, llegando a ser Profesor Titular de 3 universidades. Profesor Titular por concurso y actualmente Profesor Consulto en Medicina Interna de la Universidad de Buenos Aires, Profesor Titular de Medicina Interna de la Universidad Favaloro y Profesor Titular de Medicina en la Universidad Austral.
Adem�s se desempe�aba dentro del �mbito de su hospital como Director de la Carrera Universitaria de Especialistas en Medicina Interna dependiente de la Universidad de Buenos Aires.
Su carrera societaria nuevamente es impresionante. Ingresa a la Sociedad de Medicina Interna de Buenos Aires de la mano del Prof. Dr. Carlos Reussi, que sol�a llamar a la SMIBA la hija dilecta de la Asociaci�n M�dica Argentina. Aqu� ocup� todos los cargos, desde el de vocal, hasta ocupar dos veces la Presidencia del Comit� Ejecutivo, siendo uno de los pocos, en llevar tan alta responsabilidad.
En SMIBA era adem�s Secretario de la Escuela de Postgrado de Medicina Interna y formaba parte del Board de Recertificaci�n profesional en nuestra especialidad, dependiente del CRAMA.
En la Asociaci�n M�dica Argentina era Director de su Revista Cient�fica.
Quiz�s su �ltimo gran logro dentro de nuestra Sociedad fue su permanente lucha para lograr la sede en Buenos Aires, Argentina, para el Congreso Mundial de Medicina Interna en el 2008, por lo que viaj� primero a M�jico y luego a Jap�n, siendo uno de los responsables directos de haber alcanzado el objetivo, por segunda vez en la historia de la Medicina Interna Argentina, de lograr un Congreso Mundial de nuestra especialidad, cita acad�mica que lo iba a tener como Vicepresidente 1ero.
En cuanto a sus publicaciones y contribuciones cient�ficas, es autor y co autor de numerosos trabajos, algunos de los cuales merecieron premios de diversas Sociedades Cient�ficas. Es co autor adem�s del libro Evidencias en Medicina Interna, editado por la Fundaci�n Reussi, fundaci�n de la que Juli�n era adem�s activo colaborador.
Pero por sobre todo este impresionante curriculum, quiero destacar dos puntos claves para conocer y recordar a nuestro amigo: Primero que �l disfrutaba enormemente de lo que hac�a, de lo que hab�a logrado gracias a su lucha limpia y constante. En este sentido Juli�n debe ser considerado un ejemplo para los m�s j�venes y aun para los que llevamos el peso del tiempo sobre nuestros hombros, de c�mo se puede llegar a ser un grande dando jerarqu�a a las batallas peque�as de todos los d�as. Y el segundo punto a destacar es que este impresionante camino, sembrado con su esfuerzo, le brind� adem�s de t�tulos, responsabilidades y honores, una enorme cosecha de amigos y condisc�pulos. Sinceramente no conozco enemigos de Juli�n. De hecho tampoco lo o� hablar mal de nadie.
Juli�n, los que hoy estamos cerca tuyo desde nuestras diferentes visiones, hijos, mujer, disc�pulos, colegas y amigos, nos sentimos unidos en un profundo sentimiento de orgullo por haber podido acompa�arte en tu tarea de haber sido un excelente padre, un afectuoso marido, un gran m�dico y un m�dico bueno, cualidades que no siempre van de la mano, un maestro ejemplar, un distinguido colega y un amigo incondicional. Por todo esto y mucho que se me escapa, merecido es tu descanso y merecido es el consuelo y el orgullo para tu familia".